Cristina Mateos ha realizado un enorme esfuerzo y ha demostrado su capacidad de sufrimiento al jugar el Master nacional ‘Junior Cup’ en Ceuta a pesar de la fuerte lumbalgia que arrastra. Con asistencia continua del fisio, sin poder golpear de revés y con limitaciones para correr, ganó en cuartos y se tuvo que retirar en la semifinal.
Redacción.-
Cristina Mateos ha participado esta semana en el Master final del Circuito nacional ‘Junior Cup’ que organiza el Registro Profesional del Tenis (RPT) y patrocinan, entre otros, el diario MARCA y Wilson. El Master de la categoría superior junior se ha celebrado en las pistas duras del Club ‘Loma Margarita’ de Ceuta, con una sensacional organización del equipo que coordina Yasin Harrús al frente de la Federación de Tenis de Ceuta. Este Master ‘Junior Cup’ sólo lo juegan las ocho mejores tenistas del Circuito, compuesto por un total de 21 Torneos clasificatorios por diferentes ciudades españolas a lo largo de 2022. La PEKE se ha clasificado como líder y primera de las ocho jugadores, a pesar de que es la única de categoría cadete (16 años) entre las ocho clasificadas, todas de la categoría superior junior (17-18 años).
Cristina ha dudado hasta el último momento si asistir al Master, ya que sigue con dolor de lumbares, con una lesión para la que necesita, al menos, un par de semanas de relativo reposo. Este dolor lumbar le impide correr a su máxima potencia y tampoco puede ejecutar su mejor golpe: el revés a dos manos. Por ese lado, todos los golpes tiene que hacerlos con cortados defensivos, con lo cual se queda sin una de sus principales armas. Finalmente, al ser un Master para el que ha trabajado su clasificación todo el año, torneo a torneo, y además celebrarse en Ceuta, ciudad a la que le une lazos de amistad, cariño y respeto con el tenis local y sus monitores y tenistas, ha decidido hacer un esfuerzo y jugarlo, aun sabiendo que iba a competir con menos armas de las que debía tener.
Tras el viaje en barco desde Algeciras a Ceuta el jueves, ayer viernes comenzaba a jugar el partido de cuartos de final contra la castellonense Mónica Balau, con quien no había jugado hasta ahora nunca. Previamente, la PEKE fue asistida por el fisio del Master para intentar mejorar la zona lumbar con algunos ejercicios y un masaje en la zona. El primer juego se resolvió rápido para Mónica, con fallos de Cristina no forzados. Tras empatar 1-1, la PEKE cedió el 1-2, comenzando a golpear de cortados por el lado del revés al no poder ejecutarlo. También hacía señales de que estaba empezando dolor intenso en la zona lumbar. Para intentar no darle siempre de cortado, se escoraba de derecha, pero en la diagonal de la zona del revés no controlaba bien la distancia al no estar acostumbrada y no encontraba pista, se le iban fuera, mientras Mónica avanzaba en el marcador (1-3). Logra recortar a un 2-3 y en el siguiente juego, en un giro de cambio de dirección, siente un pinchazo y tirón fuerte en las lumbares que le hace gritar de dolor y ya fue más intensa la molestia; iba 40-0 arriba pero la velocidad al correr no fue la misma y no llegaba bien a las bolas (2-4). El siguiente juego lo jugó prácticamente parada, sin poder correr (2-5). Pidió la entrada del fisio, que la tumbó y trabajó un poco la zona durante el tiempo permitido por las normas; le aplicó crema y spray muscular. Tras la pausa, logra recortar con un juego más (3-5), pero finalmente cede el primer set 3-6. Se niega a abandonar el partido y decide seguir en pista a pesar del dolor al correr y golpear, jugando del lado del revés todo cortado; ninguno a dos manos. Logra imponerse en los dos primeros juegos (2-0) y recorta a 2-1 Mónica. Con mucha garra y haciendo muchísimo daño con una derecha que le funcionó muy bien, logra dispararse en el marcador a un 5-1. Finalmente logra ganar el segundo set por 6-1, empatando a un set el partido. El fisio entra por segunda vez en pista para asistirla de nuevo. Cede el primer juego del tercer set (0-1), pero empata de inmediato (1-1). Con una garra increíble, sin poder correr bien y sin golpear ni una vez el revés a dos manos, logra sumar varios juegos hasta un 4-1, en una demostración de ganas y capacidad de sufrimiento muy alto. Mónica se anota su segundo juego (4-2), pero amplía la ventaja la PEKE a un 5-2. Otra vez Mónica mete más presión con un 5-3, pero finalmente la PEKE logra la muy sufrida y dolorosa victoria por 6-3.
Tras el partido de cuartos, el fisio trabajó con ella para intentar descargar la zona de lumbares y hacer ejercicios de estiramientos especiales. También quedan para el día siguiente y hacer ejercicios y masaje antes de la semifinal. A pesar del dolor y las limitaciones para correr, Cristina decide seguir adelante en competición y no retirarse para afrontar el partido de la semifinal.
Hoy sábado ha jugado la semifinal contra la canaria Elena Lobo. Con esta jugadora tampoco antes se ha enfrentado. Previamente, el fisio había trabajado su zona lumbar y le había aplicado bastantes tiras musculares para intentar sujetar la musculatura. El primer juego es muy vibrante, lo juega muy bien, con potencia y al ataque, pero todo de derecha, sin poder usar su potente revés a dos manos por el dolor, sólo con cortados por el lado izquierdo. En el tercer punto sufre un fuerte tirón de nuevo en la zona dañada y hay un grito de dolor que alerta al propio juez de silla, que le hace señales de inmediato al fisio para que se acerque a la pista. La PEKE, con claros gestos de dolor, le indica al juez de silla que va a continuar, que más tarde pedirá la ayuda del fisio. Aunque la derecha le funcionaba muy bien, la velocidad al correr era un 60% menor a su velocidad habitual. Pierde el primer juego (0-1). A pesar de la merma física y sin poder jugar de revés, le estaba costando mucho a Elena ganarle los puntos a la PEKE. Cristina ha tenido varias ventajas para empatar, pero finalmente llega el 0-2. Tras el 0-3 entra al fin el fisio en pista, la tumba y le trata durante los minutos reglamentados la zona dañada, aplicando spray. Reanudada la semifinal, no hay mejoría y el dolor le hace gritar en cada golpe; y en cada carrera se le nota gestos en la cara de fuerte dolor. Imposible competir en esta condiciones. Tras el 0-4 logra ganar un juego (1-4) y tras el 1-5 decide acercarse a la red y darle la mano a Elena, retirándose apesadumbrada. A pesar del resultado, ha dispuesto de varias ventajas en varios juegos. Salió de la pista con lágrimas de impotencia y de dolor, ya que está en un momento de juego muy bueno, el mejor de la temporada, con la derecha estaba jugando a tope, pero sin el revés a dos manos y sin poder correr es imposible competir un Master para el que se ha ido preparando todo el año. En la ducha volvió a romper a llorar de impotencia al no responderle el cuerpo a sus ganas: «todo el año haciendo esfuerzos, con viaje a varias ciudades, esforzándome y ganando torneos clasificatorios… y ahora en el Master final para lo que he luchado todo el año no puedo competirlo, después de tantos sacrificios…», se lamentaba entre lágrimas en el vestuario.