Mala suerte de nuevo de Cristina Mateos en el Torneo celebrado en el Club de Tenis de Villanueva de la Serena (Badajoz), incluido en el Circuito nacional ‘Jóvenes Promesas’ de Marca. Un virus estomacal acabó por obligarle a abandonar en la semifinal tras aguantar más de la mitad del partido con fuertes náuseas.
Redacción.-
La sevillana Cristina Mateos ha participado esta semana en un nuevo Torneo del Circuito nacional ‘Jóvenes Promesas’, patrocinado por MARCA y Wilson. La sevillana ha tenido mala suerte, porque conforme avanzaban las fases iba empeorando de un virus estomacal que le obligó a retirarse en la semifinal tras un gran esfuerzo por poder comenzarlo y mantenerse hasta la más de la mitad del partido.
Exenta en primera ronda por mejor ranking nacional, la PEKE comenzó en la ronda de octavos el miércoles, midiéndose a la madrileña Irene Serrano. Día de intenso calor, que limitaba los esfuerzos de las jugadoras. La sevillana mandó en el partido, proponiendo en su juego y sin pasar demasiados agobios en el marcador. Con un 6-4 y un 6-0 acabó con victoria de la PEKE este partido.
Al día siguiente, en cuartos de final, rivalizaba con la asturiana Alicia Celorio. Cristina ya se había despertado con molestias estomacales, mal cuerpo y sensación febril. A pesar de ello, hizo un nuevo esfuerzo y encaró el partido con ganas. Buen juego de la sevillana, que dominaba en la cancha en el juego y en el marcador. No se lo puso fácil Celorio, una auténtica atleta y guerrera, que no daba por perdida ninguna bola. Finalmente la PEKE se adjudicó la victoria con un 6-1 y 6-3.
Hoy viernes 13, las molestias de estómago eran ya mayores. Apenas pudo comer durante el día, sin apetito, y dolor de estómago. Además, el intenso calor no le ayudaba a aliviar los síntomas. Hizo un enorme esfuerzo, y sin poder calentar físicamente, entró en la pista para jugar la semifinal contra su compañera de entrenamiento en la Federación Andaluza de Tenis, Lorena Solar. Los tres primeros juegos medio los pudo aguantar, pero en adelante fue un esfuerzo tremendo y un querer de corazón pero un no poder físicamente por las molestias. Tuvo ganas de vomitar en varias ocasiones, pero no quiso abandonar el partido. De nuevo fue un día de calor abrasador. El primer set lo cedió 3-6 y no quiso abandonar aún. Exprimió hasta el último impulso pero mediado el segundo set no tuvo más remedio que darle la mano a la rival y retirarse del partido con fuerte dolor de estómago y náuseas, debido al cuadro de gastroenteritis que arrastraba. Con un 1-3 abandonó este segundo set.